domingo, 25 de octubre de 2015

Resumenes de las obras


EL ASCO

La sociedad adulta espera y exige a sus jóvenes y adolescentes que sean responsables con su vida sexual coital, sin embargo se comportan irresponsablemente en la manera como asumen la educación sexual. Los adultos suponen que con "la pedagogía del NO" y el "terrorismo sexual" sería suficiente para lograr una sexualidad responsable. La prohibición ha sido insuficiente para ejercer control sobre la conducta sexual de los jóvenes y mucho menos para formarla. La familia y la escuela no forman intencional y sistemáticamente la sexualidad. La mayor parte de los adultos dicen a sus hijos que tengan cuidad pero o enseñan como tenerlo. La escuela y la familia aún sigue formando la sexualidad con un esquema sorpresivo y preventivo: "mira todo lo malo que puede ocurrir si tienes sexo coital". En este trabajo se analiza las agendas sexosóficas de las políticas de educación sexual basadas "solo" en abstinencia y postergación. Se analiza con datos estadísticos de los países desarrollados la ineficacia de estas políticas. Se propone la formación en autonomía. Se cuestiona el papel irresponsable de la familia y la escuela. La misión de la familia, la escuela, el estado y la sociedad sería brindar todos los repertorios en conocimientos, valores, actitudes y habilidades para que en forma autónoma puedan iniciar responsable y constructivamente su vida coital, en el momento que cada cual lo considere, antes o después del matrimonio. Mientras se siga evitando hacer una educación sexual abierta, basada en la verdad, centrada en la promoción de valores y actitudes para una sexualidad responsable, realizante y constructiva, no se podrá esperar que las futuras generaciones tengan una salud superior a la que han tenido las generaciones anteriores.
Palabras claves: sexualidad adolescente, educación sexual, salud sexual adolescente, sexualidad responsable, educación sexual familiar.



 JUSTICIA SEÑOR GOBERNADOR


¡Justicia Señor Gobernador! es una novela escrita por el autor salvadoreño Hugo Lindo; poeta, ensayista y novelista. También fue abogado y en esta novela se refleja esa formación.
El personaje principal, el doctor Amenábar, es un juez respetado, recientemente despojado de su cargo por la Corte Suprema de Justicia. Ese ser que ha dedicado su vida a las leyes se siente abandonado de la confortadora presencia de su escritorio, su campanilla, sus legajos, el personal a sus órdenes, y ya ni siquiera opone resistencia cuando su sobrino lo lleva a un sanatorio que resulta ser un hospital psiquiátrico.
El juez nos va mostrando los laberintos de la existencia mientras otras realidades a su alrededor se mueven en terreno pantanoso. El vecino de la celda que se cree armado de piezas metálicas, el cura que arma una teología fantástica, el sobrino que vive en el mundo de los cuerdos pero da crédito a los espiritistas. Tan sólo la presencia del amor, en la figura de la enfermera Lucinda, parece dar un sentido a ese manicomio que es también el mundo. Es la obra más importante del escritor Hugo Lindo.



RESUMEN DE LA OBRA  PUTA VIEJA


   Así era mi cuerpo, como el de la Margot, la cipota que está acusada de guerrillera. Claro, han pasado tantísimos años que ahora con mi cara cruzada de arrugas, la boca sin dientes y los pilguajos de chiches que me quedan, nadie podría reconocerme. Pero era bonita, aunque se rían.
        Cuando lo conocí acababa de llegar al "Over de Top", un burdel que quedaba en Soyapango y donde había otras quince muchachas, todas lindas, porque el Over era de lujo, sólo lo frecuentaban señores de carro y por la salida de una había que pagar quince colones. En ninguna parte cobraban tanto.
        Él vivía en una de las casitas de madera que quedaban a la orilla de la cuestona que sube para Soyapango. Lo veía con su uniforme del Instituto Nacional, siempre bien limpio, con los cuadernos apretados debajo del sobaco y su quepis de lado, con la hebilla del cincho bien lustrada; caminaba la cuestona del Agua Caliente para tomar el bus en la Garita, aunque muchas veces se iba a pie, porque no tenía ni cinco para la camioneta.
        Al principio me miraba con desconfianza porque yo iba bien pintarrajeada, las cejas recortadas y los montones de rouge en la cara. Quizás por eso decían que a las que se pintan así la cara les rebota de putas. Yo estaba bien cipota, de unos diecisiete. Él era menor. Apenas llevaba una estrellita negra en la manga de la guerrera cuando me dijo que iba a cumplir los trece.
        No me miraba, me tragaba con los ojos, y yo que ya era un tigre que caza echado, me burlaba y a propósito usaba unos vestiditos cortitos, o me bajaba a comprar la leche, sin sostenes, caminando la cuestona a la par suya y lo miraba al pobre, todo rojo de vergüenza tratando de cubrirse la bragueta con los libros, porque ya se le había endurado la cuestión. Hasta que comenzamos a hacernos amigos.
        Al poco tiempo me regaló una foto y es por esa foto que estoy presa. Era mi chulo. Pero no de esos que le pegan a una y dicen que la protegen. No. Él nunca me pegó. Era mi chulo porque era mi marido, aunque no vivíamos juntos en la misma casa, pues yo siempre anduve en los burdeles, hasta que puse mi propia pieza a orilla de calle, allá por La Tiendona, y aunque se quedaba a dormir conmigo toda la noche, pero sólo los viernes, porque estaba estudiando.
        Yo, para qué voy a negarlo, siempre estuve engazada de él. Hasta ahora.
        Cuando recién comenzamos nuestro idilio no me quería agarrar los centavos, entonces yo le compraba ropa, buenas camisas italianas de donde Hugo Tona, y las mejores zapatillas que habían en La Marzenit. Me gustaba que anduviera bien guapo y, aunque salíamos poco, me sentía orgullosa de vestirlo bien tipería. Así fue que se acostumbró a la buena ropa. Hasta la de uniforme se la compraba de la mejor tela, no la rascuache que la vendían en Martínez y Saprisa. Ninguno del Instituto Nacional se vestía tan bien como yo lo vestía a él.
        Los viernes me ponía lo mejorcito que tenía, pura angelita parecía, sin pintarme para que no me viera la cara de lo que era, y lo llevaba a comer. Íbamos a comer al restaurante Francés, uno bien elegante que quedaba esquina opuesta a donde Ambrogi y nos íbamos en taxi para que no lo vieran sus amigos. Nunca lo llevé a los restaurantes adonde lo llevan a una los clientes, ¡cómo van a creer! Ni al Claros de Luna, ni al Mercedes, ni siquiera a El Migueleño. Íbamos al Francés porque además allí había reservados y no me importaba gastar lo que fuera.
        Para su bachillerato le regalé un traje entero, de allí mismo, donde Toná,  un casimir inglés gris oscuro, que se lo hizo el maestro Huguet de la Sastrería Anatómica. Se miraba elegantísimo con su corbata roja pringada de blanco, y esa noche del título nos fuimos al restaurante y lo hice que se bebiera como seis jaiboles. Cuando llegamos a la pieza iba bien atarantado y pasamos una velada deliciosa haciendo planes para su futuro. Por esa época yo sentía que me quería. Esa noche me regaló otra foto de uniforme, donde estaba en grupo, pero se me perdió. La otra sí, la conservé toda mi vida.
        Llevaba como quince años de vida miserable, con tantos desvelos, y los clientes que obligan a tomar, y si una no cede, no salen. Era borracha entonces, pero delante de él lo disimulaba. No tomaba nada, aunque a veces me sentía olor a trago y se molestaba.
        Se perdía por temporadas sólo llegaba por necesidad de los centavos. Pobrecito.
        En esos tres años lo perdí. No lo volví a ver nunca, por más que hice para buscarlo. Como no permitía que conociera a sus amigos, no tenía a quién preguntarle. Después supe que se casó con una rica de aquel pueblo. ¡A saber!.
        Entonces, de decepción, comencé a tomar más seguido y fui perdiendo mi clientela. De aquella puta que cobraba cinco pesos en mi pieza, fui bajando hasta llegar a tostones. Estaba marchita. Me había adelgazado y tomaba a diario. El único consuelo era su fotografía, que había mandado a ampliar y tenía en un marquito con vidrio y todo. Pensaba que algún día volvería, pero así fueron pasando como veinte años o más.
        Después ya ni de puta servía, por vieja, flaca y fea. Así puse una mi vente cita de frutas allí mismo, en el mesón, ¡pero que iba a ganar! Además estaba podrida de la sangre, porque en la Sanidad me habían puesto la novecientos catorce varias veces, pero siempre estaba toda llena de chiras.
        Entonces vino el pleito, porque la pieza la compartía con la Tencha, una puta no tan vieja que todavía trabajaba con el cuerpo pero era más borracha que el mismo guaro. Estaba necia desde hacía meses queriéndome quebrar la foto y burlándose de mi abogado. Eso a mí no me importaba, pero que no me fuera a tocar la foto, porque se iba a arrepentir. Hasta una noche, en que las dos estábamos pasadas de borrachas, agarró la foto y la tiró contra el suelo, y después la rompió en mil pedacitos. Yo no le dije nada porque tenía miedo, pero cuando estaba dormida le metí a saber cuántas puñaladas y me acosté. Al día siguiente la hallaron bien muerta. Y no me arrepiento, si me volviera a romper la foto, la volvería a coser a puros trabones.
        A él, después de veinticinco años, lo volví a ver en el juicio. Estaba lindo, bien vestido, con un traje gris oscuro como el primero que le regalé. Se veía elegante, como cuando yo lo vestía. Era el fiscal. Es decir, no era él propio, sino su hijo. Eran igualitos. La misma mirada seria, el mismo bigote, su misma boca que tantas veces me comí, ¡y como sabía el muchacho! Hizo pedazos al defensor que me habían puesto, y yo, mientras él me insultaba, me decía puta vieja y otras cosas, lo miraba, embelezada, no le apartaba la vista, pensaba que era él, mi estudiante, el único amor de mi vida. A veces me turbaba y yo le obsequiaba una sonrisa. Era lindo, tenía la misma voz, y los mismos gestos. Cogía el cigarrillo igualito que él, y de malicia echaba bocanadas de coronitas como el papá.
        Cuando terminó el juicio llegó a la banca donde yo estaba y me preguntó que por qué lo veía con tanta ternura, si él estaba pidiendo mi condena. Porque sí, le dije. Porque usted es bien lindo, como hubiera querido que fuera mi hijo, y le besé la mano
        Aquí en la cárcel me enseñaron el diario y recorté la foto. Se miraban bien lindos. Él, ya viejón, pero guapo, y él, jovencito, en primera plana. Resonante triunfo de padre e hijo, decía. Magistrado asciende a presidente de la Corte Suprema el mismo día que su hijo obtiene la condena de una asesina.



EL MINIMUM VITAL

El Salvador era una república cafetalera con hondos contrastes sociales y profundas injusticias de todo tipo. Masferrer se sintió llamado a plantear soluciones, desde una perspectiva humanista y no violenta, para superar la crisis nacional que se estaba incubando. 

En las páginas de Patria dio a conocer su pensamiento, denominado como “vitalista” en el que abogaba por que a cada persona le fueran garantizadas las condiciones mínimas para tener una vida digna. Esto es el núcleo de su gran libro El Mínimum vital, en el cual plantea: “¿Es posible facilitar y aun asegurar a todos los habitantes de la nación este Mínimum de vida , sin el cual toda existencia es un fracaso, toda criatura humana degenera y se bestializa? Sin duda que lo es, puesto que se realiza constantemente en la familia. Toda familia normalmente constituida atiende, en primer término, a obtener y mantener para cada uno de sus miembros el Mínimum Vital: a que todos ellos se alimenten, trabajen, se vistan, habiten en buenas condiciones, adquieran una instrucción elemental, y se desarrollen en todo siguiendo una norma de equidad y justicia.”



DINERO MALDITO

La obra habla sobre el alcoholismo en El Salvador y los diversos problemas sociales que este traer. “El Dinero Maldito” toca aquellos puntos de la moral de la persona y a su vez establece normas de comportamiento e ideología para una mejora personal yuna mejor sociedad. En la obra se habla de un dinero que se gana de una forma justa porque se consigue por trabajar ósea es un dinero que de verdad las personas gana no lo roban, pero que lo gastan de una manera incorrecta. El autor da a conocer que el dinero es maldito ya que este no da más que problemas para el que lo emplea en vicios y no en su familia , que es la quemas sufre cuando uno de sus integrantes cae en la penuria del dinero maldito, ya que no supo cómo utilizarlo. En la obra primero se ven estos factores de manera general en el sentido deque el autor expresa que las personas trabajan arduamente y duramente para conseguir su dinero pero que al final solo lo usan en cosas malas en cosas que les dan un fin mal como parar en el hospital, la cárcel o morir ya que los hombres trabajan duro durante toda la semana pero llegado el fin de semana utilizan el dinero para beber hasta perder la razón por completo mientras en sus casa sus familias tiene que buscar la forma de subsistir, y así los hombres que una vez trabajaron duramente y tenían un poco de dinero terminan hasta con deudas por buscar la manera de conseguir más dinero y seguir utilizándolo en sus bebidas. Luego en la obra se muestra una perspectiva desde la casa de un ebrio donde se demuestra que su familia vive en pena constantemente ya que el hombre al llegar ebrio a su casa maltrata a su familia no se da cuenta de lo que hace, se deja llevar por sus impulsos hasta llegar el momento en que el se da cuenta de que se ha alejado de sus familiares que el ha cambiado y no para bien que simplemente se ha convertido en una persona que necesita tomar.

Generos literarios cultivados en El Salvador

v Poesía
v Teatro
v Narrativa
v Ensayo

MOVIMIENTOS LITERARIOS CULTIVADOS:

v Nace la generación del 44 una de las mas importantes!!  Participando: Pedro Geoffory rivas; Hugo Lindo; José María Méndez; Matilde Elena López; julio fausto; Oswaldo escolar velado; Luis gallegos; Antonio Gamero y Ricardo Trigueros de león.


v Generación contemporánea o del 50; participando: Waldo Chávez Velasco; Álvaro menen desleal; ítalo López vallecitos; Eugenio Martínez orantes; roque Dalton; Manlio Argueta; José Roberto sea, Roberto Armijo, tirso canales.

Pintores mas destacados de El Salvador


Antonio Bonilla 
Nació en San Salvador el 9 de Abril de 1954, su enseñanza es básicamente autodidacta. Estudió arquitectura en la Universidad de El Salvador, cuya carrera abandonó para dedicarse totalmente a las artes platicas. Vivió algunos años en México y regresó a El Salvador en 1980.

 El pintor Antonio Bonilla sostiene que, si bien no es un historiador, para el trabajo se ha limitado a consignar en imagen hechos que están registrados en la historia.



SALARRUÉ
 Salvador Salazar Arrué, más conocido por su seudónimo «Salarrué» (Sonsonate, 22 de octubre de 1899 - Los Planes de Renderos, San Salvador, 27 de noviembre de 1975) fue un escritor y pintor salvadoreño. Estudió en la Corcoran School of Arts de Washington D.C. entre 1916 y 1919, fecha en que regresó a El Salvador.










CAMILO MINERO.


 Nació en Zacatecoluca en 1917. Fue pupilo de Marcelino Carballo y alumno de la Escuela Nacional de Artes Gráficas. En México estudió en el Instituto Politécnico Nacional y en el Taller de Gráfica Popular. Uno de los murales del edificio de la Rectoría de la Universidad Nacional de El Salvador fue pintado por él y grabados suyos se encuentran en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.



CESAR MÉNDEZ
 Un 18 de Marzo de 1954, nace en la ciudad de Sonsonate Cesar Menéndez Pineda, a los diez años se traslada a vivir con sus padres a la Ciudad de Armenia donde vive una niñez y adolescencia rodeado de una vida costumbrista y de la Naturaleza.














 
ROBERTO HUEZO
La pintura de Roberto Huezo es siempre una huella, un andar, un recorrido del ojo silencioso y anhelante, minucioso, acucioso o intemperante o impaciente ante el dolor y el grito de su pueblo. Así la pintura de Roberto Huezo contiene las vibraciones del momento en que las produce y están marcadas por el mito. Solo una mano entrenada y un espíritu sabio y hondo hacen posible estas pinturas 

ESCRITORES SALVADORENOS

A continuación las biografías de los escritores que dejar gran legado a la literatura nacional gracias a sus escritos tales como: Alberto Masferrer, Claudia Lars, Roque Dalton Y otros mas.

Vicente Alberto Masferrer Mónico

Fue un maestro, filosofo, periodista, ensayista, poeta y político salvadoreño de Usulután y fallecido en el exilio el 4 de septiembre de 1932 en Tegucigalpa, Honduras. Escritor que marca con sus letras toda una época de la literatura salvadoreña a través de la definición de su pensamiento inclinado a la defensa de los más desposeídos y de denuncia social.
Nació en una población del oriente de El Salvador, de origen pipil y dominado posteriormente por los lencas Su educación fue autodidáctica en combinación con educación formal. Su gusto por la lectura le llevó a escoger la docencia como carrera. Al respecto, Arturo Ambrogi expresaba que "pocas veces he visto un lector tan tremendo como Alberto".
Entre 1928y 1930 fundó y dirigió el periódico Patria, en el cual hacía denuncia social y abogaba por la justicia para con los más necesitados en el marco de la pobreza generalizada del país. Trabajó diarios y revistas nacionales e internacionales, fue redactor de los diarios El Chileno y El Mercurio, de Santiago de chile; el semanario La Reforma, diario Los obreros unidos; en las revistas "La República de Centroamérica", Actualidades, Bibliográfica Científico-Literaria, El Simiente y otros.





-Luis Salvador Efraín Salazar Arrué
 (Sonsonate, 1899 - San Salvador, 1976) Artista y escritor salvadoreño también conocido por el seudónimo de Salarrué, una de las voces fundamentales de la literatura hispanoamericana por su concisión y fuerza en la recreación de la realidad de su pueblo.Su identificación con el mundo del campesino salvadoreño y sus exploraciones en los asuntos esotéricos orientales y de ciencia ficción han llevado a valorarlo como uno de los iniciadores de la nueva narrativa latinoamericana y como destacado exponente de la cultura de su país. Sus Cuentos de barro (1933), relatos de extrema brevedad, contribuyeron a forjar la estética del cuento hispanoamericano.



                                                                           
José María Peralta Lagos
 Narrador, dramaturgo, ensayista, periodista e ingeniero salvadoreño, nacido en Santa Tecla el 25 de julio de 1873, y fallecido en la ciudad de Guatemala el 22 de julio de 1944. Célebre en su tiempo, sobre todo, por sus piezas humorísticas y costumbristas, dejó muchos de sus escritos firmados bajo los pseudónimos de "T. P. Mechín" y "Mechinón"
















Raúl Conteras
 (Cojutepeque, 3 de mayo de 1896 – Madrid, 2 de diciembre de 1973) fue un poeta, dramaturgo y diplomático salvadoreño. Desde la segunda década del siglo XX, obtuvo cargos diplomáticos en los que fungió como enviado extraordinario y ministro en Madrid y París. Debido a la Segunda Guerra Mundial pasó a radicar con su familia en el sur de Francia.Entre 1947 y 1950 escribió bajo el seudónimo de Lydia Nogales, y sus primeros poemas aparecieron en La patria de las artes y Tribuna Libre en San Salvador.







Alfredo Espino
(Edgardo Alfredo Espino Najarro; Ahuachapán, 1900 - San Salvador, 1928) Poeta salvadoreño que a partir de la publicación de su único libro, Jícaras Tristes, ha sido uno de los líricos más leídos en su país y está considerado como uno de los autores clásicos de la literatura centroamericana.Nacido en el seno de una familia numerosa (segundo de ocho hermanos), era hijo del también poeta Alfredo Espino, miembro de una destacada dinastía de profesores, médicos y escritores. El joven Alfredo recibió una esmerada formación académica que finalizó en 1927, cuando se doctoró en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador con una tesis sobre Sociología estética.








Claudia Lars

 (Carmen Margarita Brannon Vega; Armenia, 1899 - San Salvador, 1974) Poetisa salvadoreña, una de las voces más sobresalientes de la lírica centroamericana del siglo XX.Hija de Peter Patrick Brannon, ingeniero norteamericano, y de la salvadoreña Carmen Vega Zelayandía, estudió en el colegio La Asunción de la ciudad de Santa Ana, donde la joven Claudia se decantó por los estudios humanísticos. Religión y poesía se vincularon en su hogar para acrecentar su sensibilidad natural. Desde muy pronto recibió la influencia de los clásicos antiguos y españoles (Góngora, Quevedo, Fray Luis de León), así como la de los románticos ingleses y de Rubén Darío. También coincidió con algunos de sus contemporáneos, como el cuentista salvadoreño Salarrué.








Hugo Lindo

(La Unión, 1917 - El Salvador, 1985) Poeta, novelista y cuentista salvadoreño cuya poesía se caracteriza por su impronta religiosa y metafísica, como en el poema Católica biografía del dolor (1943). La mirada comprometida define su obra narrativa y ensayística.estudió jurisprudencia y ciencias sociales la Universidad de El Salvador, por la que se doctoró en 1948. Su tesis, El divorcio en El Salvador, fue galardonada con una medalla de oro por las autoridades académicas. Sirvió como embajador en Bogotá y Madrid y llegó a ser ministro de educación (1961).









Oswaldo Escobar Velado

(Santa Ana, 1919 - 1961) Poeta salvadoreño. La primera etapa de su producción siguió los cauces del romanticismo, pero posteriormente desarrolló una obra más realista, comprometida y social.En el campo de la política, formó parte del "grupo de los seis", que luchó contra el dictador Maximiliano H. Martínez. Vivió desterrado en Guatemala entre 1944 y 1945, y más tarde en Costa Rica. Abogó por la unión de Centroamérica en una sola entidad












José María Méndez
Narrador, ensayista y jurista salvadoreño, nacido en Santa Ana el 23 de septiembre de 1916. Su brillante trayectoria en el campo de las Leyes (jalonada de honores y reconocimientos desde sus estudios universitarios, pasando por el ejercicio de la docencia, y culminada en el desempeño de numerosos cargos oficiales al servicio de la Administración de su país), le llevó a ser condecorado con el Premio Nacional de Cultura en 1979. Al mismo tiempo, su dedicación al cultivo de las letras lo sitúa entre los maestros hispanoamericanos de la narrativa breve contemporánea.









Roque Dalton García
Hijo del inmigrante estadounidense Winnall Dalton, quien estaba casado con Aída Ulloa, y de la enfermera salvadoreña María Josefa García, Roque Dalton fue educado con los jesuitas en el Colegio Externado de San José. Viajó a Santiago de Chile en 1953, para estudiar Derecho, aunque volvió a San Salvador a continuar sus estudios. En 1957, con otros estudiantes salvadoreños, visitó la URSS para participar en un festival internacional de jóvenes. Durante el mismo conoció al revolucionario nicaragüense Carlos Fonseca, fundador del FSLN, al poeta argentino Juan Gelman y al poeta turco Nazim Hikmet.










                                                        



Álvaro Menen Deslea

Poeta, narrador, ensayista y dramaturgo salvadoreño, nacido en Santa Ana el 13 de marzo de 1931 y fallecido el 6 de abril de 2000 en San Salvador. Autor de una obra lúcida y versátil que abarca casi todos los géneros, por la profundidad y vigor de sus piezas teatrales ha quedado adscrito a la nómina de los dramaturgos impulsores y renovadores del teatro hispanoamericano en la segunda mitad del siglo XX.

LA GUERRA DE LOS BRAZOS CAIDOS


El General Maximiliano Hernández Martínez llegó al poder aprovechándose del golpe de Estado contra Arturo Araujo en 1931 pero solo se consolidó con la derrota de la revolución. La masacre de 30 mil trabajadores en 1932 tenía el objetivo no solo de derrotar la insurrección sino también dar una lección a las masas para que la revolución no levantara cabeza durante décadas y eso hubiera sido así en cualquier otro país pero las enormes tradiciones revolucionarias en El Salvador, la incapacidad del capitalismo para dar estabilidad y los excesos cometidos por el gobierno militar hicieron que en un lapso de tan solo 12 años se diera un nuevo proceso revolucionario que de haber triunfado en su totalidad podría haber ahorrado decenas de miles de mártires.

El Partido Comunista de El Salvador (PCS) surgió cuando la revolución Rusa había degenerado burocráticamente. Hay un enorme río de sangre que divide al bolchevismo del estalinismo, Stalin asesinó a más comunistas que Hitler y Mussolini juntos, solo así pudo aplastar las conquistas democráticas de octubre. Stalin falsificó la historia y aprovechó la autoridad que el primer Estado Obrero tenia entre la clase obrera y los oprimidos de todo el mundo. Sustituyó el internacionalismo proletario defendido siempre por Lenin, por la teoría socialchovinista del socialismo en un solo país, usando los procesos revolucionarios y a los Partidos de la Internacional Comunista como peones en un tablero de ajedrez que podía sacrificar de acuerdo a las conveniencias de la burocracia soviética.

Existe un paralelismo entre las personalidades de Stalin y Hernández Martínez, ambos eran individuos grises de una baja cultura. Sustituían su pobre visión con la violencia más extrema, la tortura y el asesinato. Usaban el aparato, su poder y la represión para aparecer como los grandes Maestros visionarios, los grandes dirigentes.

El gobierno bonapartista de Hernández Martínez fue tolerado por la burguesía solo porque se convirtió en su héroe en el 32, el hombre con la capacidad de aplastar al comunismo en El Salvador. La burguesía prefiere los gobiernos basados en la democracia burguesa pero prefiere cien mil veces más a gobiernos dictatoriales antes que el triunfo revolucionario de los trabajadores. Un régimen bonapartista como el de Hernández Martínez, es la tendencia del poder a un solo hombre tendiendo a elevarse el estado por encima de las clases, por su naturaleza es incesable pues maniobra entre las clases; puede impactar golpes a la misma clase dominante aunque defendiendo siempre el modo de producción vigente, en este caso el capitalista.

Hernández Martínez ya en el poder decidió permanecer ahí reeligiéndose en varias ocasiones, siendo la ultima en marzo de 1944. Había  una creciente inconformidad de la burguesía con Maximiliano, quien les imponía que le dieran una tajada más grande del pastel de las ganancias capitalistas. Un ejemplo es el intento de aumentar las tasas tributarias a las exportaciones para que el Estado tuviera más ingresos.

El PCS en una situación critica

Desde los primeros círculos marxistas hasta la toma del poder de los obreros rusos, pasaron tres décadas. Todo ese tiempo sirvió para que se forjaran los cuadros y la dirección necesaria para llevar a los trabajadores a la victoria. El PCS no tuvo todo ese tiempo, a 2 años de su fundación ya estaba en medio de una insurrección y después de 1932 el partido prácticamente desapareció, fueron asesinados casi todos sus militantes y miles de simpatizantes. Incluso dirigentes como Miguel Marmol eran tachados por un sector del PCS como policía de Hernández Martínez, les parecía extraño que hubiera sobrevivido a su fusilamiento  y la cárcel.

Si en 1932 el proletariado se encontró con un partido inexperto en 1944 se encontró con un partido casi disuelto. Si la Internacional Comunista hubiera mantenido su internacionalismo y orientación marxista, como cuando Lenin y Trotsky estaban al frente, se podría haber salido de esa crisis de una forma más rápida y reconstruir un autentico Partido Comunista de manera mas pronta. Se cometieron infinidad de errores oportunistas. Salvo algunas excepciones el extremo clandestinaje impidió que el partido se ligara a las masas durante los años de dictadura. Esto solo era un reflejo de la falta de auténticos cuadros marxistas y de los zigszags políticos de la Comitern con sus erróneas políticas.

La segunda guerra mundial significó fuertes presiones económicas para las masas del mundo, incluyendo las de nuestro país, la crisis golpeaba duramente a las familias obreras, esto se sumaba a la enrome represión que se vivió durante todo el martinato. Se usaron métodos brutales para contener a la clase obrera como la cárcel, la tortura y el asesinato. En ese contexto tuvieron fuerte eco los métodos ultraizquierdistas con conspiraciones aisladas, síntoma de desesperación.

Fermento en el movimiento obrero

El ambiente real que había entre los trabajadores lo pudimos ver cuando el gobierno de Martínez permitió la formación de una asociación de zapateros con el objetivo de ganar una base de apoyo a Martínez con la intención de mantenerla bajo un control estricto. En una situación así era vital aprovechar cualquier oportunidad legal para vinculares al movimiento obrero y organizarlo. Reconstrucción Social Salvadoreña fue el equivalente a los sindicatos formados por la policía Zarista en Rusia dentro de los cuales los bolcheviques hicieron trabajo y los mismos que se radicalizaron y fueron la base para organizar la marcha del 9 de enero de 1905 que dio inicio a la revolución. Pero la conciencia de los trabajadores en El Salvador era más avanzada que la de los obreros rusos a inicios de 1905.

Los obreros comunistas dudaron en participar en Reconstrucción Social Salvadoreña, pero fueron empujados por el enorme ambiente y expectativas que generó entre los trabajadores. Participar en estas reuniones fue un gran acierto, los obreros usaron este espacio para debatir sus problemas. Un obrero llamado Vicente dijo: “Por primera vez después de 1932 estamos reunidos los zapateros salvadoreños ¿Y como nos encontramos? Pues, basta vernos los unos a los otros. Sucios, malvestidos, algunos hasta descalzos, todos descuarranchados y con caras de hambre (Miguel Marmol. Los sucesos de 1932 en El Salvador, Roque Dalton)”. El ofrecimiento que se hizo a los zapateros por parte del gobierno fue irse a trabajar a Panamá para ensanchar el canal, algo que fue rechazado. Los obreros comunistas jugaron un papel en orientar la reunión y constituir una organización que defendiera verdaderamente los intereses de los trabajadores. Finalmente se constituyó la Alianza Nacional de Zapateros.

Martínez permitió la formación de sociedades mutualistas en las que cooperaban trabajadores y patronos de la misma rama, sirvieron, en ese contexto, para agrupar y organizar al movimiento obrero, de ahí surgieron reales sindicatos en el siguiente periodo como fue el caso del sector de los ferrocarrileros. Un ejemplo de lucha en estas sociedades fue el de los panaderos que frente a los ojos de los mismos patrones, organizaran una huelga en medio del martinato en junio de 1943, teniendo enorme resonancia y consiguiendo aumento salarial con reducción de horas de trabajo. El 17 de junio, día del triunfo de la huelga, fue declarado como el día del panadero.

La “revolución” del 2 de abril

En ese ambiente de fermento entre los trabajadores y al grito de: ¡Viva la verdadera democracia!   ¡Viva la Libertad!, el 2 de abril se da un golpe de Estado por parte de militares en alianza de civiles que, después de tres días de combate, es derrotado. Tenían el objetivo de derrocar y asesinar a Hernández Martínez. Las masas vieron en este golpe de estado un intento de salir del martinato, antes de ser derrotado el golpe se veían escenas de gante que salía a la calle llorando de felicidad porque ya había terminado la dictadura. Incluso los borrachos en la calle gritaban: ¡Muerte al tirano Martínez!, estos gritos se callaron matando a algunos de ellos que por estar en la borrachera no se habían dado cuenta de la derrota del golpe. Se dio una manifestación de por lo menos 500 personas pidiendo armas a los rebeldes para ayudar a derrocar a Martínez.

Maximiliano Hernández hizo pagar caro a los golpistas, quienes en todo momento se negaron a recurrir a la movilización de las masas y su armamento como la única forma de corregir los errores de la mala planificación del golpe. Por el contrario recurrieron a la embajada de EEUU quien les negó el apoyo. Miguel Marmol califica a  los dirigentes golpistas de abril de cobardes, traidores e ingenuos, pero relata que incluso dentro de ellos hubo excepciones de heroísmo como fue el caso del civil Víctor Marín que su muerte misma refleja la brutalidad del martinato:

“Para tratar de sacarle las listas de los conspiradores, en la policía le sacaron un ojo y le quebraron los brazos y las piernas, le arrancaron las uñas de pies y manos y le trituraron los testículos. Cuando lo fusilaron lo tuvieron que apoyar en un burro de madera. Y cómo no sería de mucho el hombre, que cuando se le acercó el cura frente al paredón y le dijo que venía a reconfortar el espíritu, Marín contestó: ‘Es el cuerpo el que me flaquea, padre, no el espíritu…’ (Miguel Marmol. Los sucesos de 1932 en El Salvador, Roque Dalton)”. Las nuevas escenas de brutalidad querían dejar un mensaje claro para aquellos que querían derrocarlo.

La huelga general de mayo de 1944

Lo sorprendente de la huelga de 1944 es que las masas dieron una heroica demostración de lucha revolucionaria sin contar con una dirección. El movimiento estudiantil salvadoreño tiene enormes tradiciones revolucionarias, a diferencia de aquellos estudiantes que hoy piensan que se es sumamente revolucionario encapucharse y hacer una acción aislada de los trabajadores y el resto de estudiantes, en 1944 se mostró cual es el verdadero camino a seguir: vincularse a la clase obrera con sus métodos en las movilizaciones de masas.

La “revolución” de abril abrió el camino para una verdadera revolución. La idea de derrocar a Martínez se incrusto en la mente de las masas, los estudiantes iniciaron la agitación y llamaron a una “Huelga general de brazos caídos” este es el nombre como se conoce a los acontecimientos revolucionarios de mayo de 1944 pero no es del todo correcto. Este llamado fue muy tímido para las contundentes acciones que impulsarían las masas. La huelga iniciada el 2 de mayo comienza en las universidades y de manera irresistible se extiende a las fábricas. En un artículo escrito por Luis E. Savedra se describe así la situación:


“Y se inició la huelga de mayo. Y los estudiantes universitarios… y los colegios particulares… y las escuelas oficiales se fueron a la huelga. Y se fue a la huelga el comercio… luego las fábricas, toda la industria se fue a la huelga, después lo hicieron los empleados bancarios, los hospitales y las generosas mujeres de los mercados… Y se paralizó el servicio de ferrocarriles, el servicio de buses urbanos y luego el interurbano… y se fueron a la huelga todos los empleados públicos del país…”

GENERACIÓN COMPROMETIDA

La Generación Comprometida fue una generación literaria surgida en El Salvador durante la década de 1950. La denominación de "comprometida" fue acuñada por el poeta Italo López Vallecillos, influenciado por el pensamiento sartreano. Tuvo dos etapas: la primera, con el núcleo fundacional compuesto por el propio López Vallecillos, Irma Lanzas, Waldo Chávez Velasco, Álvaro Menen Desleal, Eugenio Martínez Orantes y otros. La segunda, con el surgimiento en 1956 del Círculo Literario Universitario, fundado en la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador. El Círculo integró a los poetas Roque Dalton, Roberto Armijo, José Roberto Cea, Manlio Argueta y Tirso Canales. Armijo, Cea, Argueta, Canales y el poeta Alfonso Kijadurías dirigieron, durante la década de los 60 hasta 1979 la revista cultural titulada La Pájara Pinta.

La Generación Comprometida influyó sobre las promociones literarias posteriores, tanto por su deseo de ahondar en la realidad salvadoreña, como por su búsqueda de renovación estética, que tuvo las más heterogéneas concreciones: desde la ciencia ficción y el teatro del absurdo de Álvaro Menéndez Leal, pasando por la renovación poética de Roque Dalton, hasta el indigenismo y tono popular de José Roberto Cea.\

Miembros de la Generación Comprometida:

    Álvaro Menéndez Leal (también conocido como Menen Desleal).
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    Oswaldo Escobar Velado.


    Italo López Vallecillos.


    Waldo Chávez Velasco


    Irma Lanzas

    Eugenio Martínez Orantes


    Ricardo Bogrand


    Armando López Muñoz


    Mercedes Durand


    Roque Dalton


    Manlio Argueta

    José Roberto Cea


    Roberto Armijo


    Tirso Canales